Hemos vuelto con una nueva experiencia de viaje, en esta oportunidad un grupo de grandes amigos, ex compañeros de trabajo, se lanzaron a la aventura de llegar hasta Ecuador por tierra desde Valencia en el mes de Abril del 2017. Una travesía un poco complicada teniendo en cuenta aspectos como el clima y los precios de los pasajes que han aumentado en comparación con el año pasado cuando hablabamos de otras vivencias en nuestra seccion especial.
Partir de Venezuela es una difícil decisión que muchos paisanos han tenido que tomar debido a la situación económica. Las opciones se ven reducidas a tomar un rumbo diferente, y una de ella es salir del país en búsqueda de algo mejor. A continuación, les presento mi bitácora del viaje que tomé en bus hacia Ecuador (aunque mi rumbo era Chile).
Con 400$ en efectivo agarré mi bolso de mano y mi maleta con casi toda mi ropa para encaminarme a un viaje que duraría unos cuantos días.
El lunes 3 de abril a las 9 pm desde el terminal Big Low en Valencia Edo. Carabobo, tomamos los Expresos San Cristóbal (pues eran los únicos que tenían boletos para ese día). Recomiendo Expresos Mérida pues lo buses son mucho mejores que los de San Cristóbal.
El bus se detuvo como a las 11 pm para que los pasajeros comiéramos y fuéramos al baño. Luego hizo como tres paradas más en el camino, pero no nos bajamos. Tras la última parada no nos detuvimos sino hasta las 8:30 am que fue cuando llegamos al terminal de San Cristóbal.
Hago un paréntesis enorme aquí pues quiero aclarar algunas dudas. En el terminal de San Cristóbal nos estaba esperando un señor (personal de apoyo de Expresos Suramericanos), con quien ya había establecido contacto tres días antes con respecto al viaje que haría, él fue quien nos ayudó a cruzar la frontera Colombo-Venezolana; muy amable el señor, pero ya más adelante explicaré lo que sucedió.
Para llegar a la frontera con Colombia se debe ir en taxi (una hora y media de viaje si la policía no los para) o en bus (dos horas). Hay que tener MUCHÍSIMO cuidado donde llevan los dólares ya que la guardia está muy pendiente de las personas que van a emigrar, por lo que quieren robarte lo poco que llevas (no les digo dónde colocar su dinero porque es un peligro hacerlo aquí, ya es cuestión de su imaginación).
Cuando ya has pasado las alcabalas de la GNB, PNB y CICPC, llegarás a la frontera con Colombia. A nosotros sólo nos detuvieron en la última alcabala llegando a San Antonio del Táchira.
Antes de atravesar la frontera deberás comprar una estampilla y un papelito donde van tus datos (nombres, # pasaporte, destino de viaje), esta tiene un costo de Bs. 450 (para esa fecha que viajé). Eso lo entregas en la frontera venezolana, donde te sellan la salida del país.
Cuando pasen a Colombia (a 3 cuadras llaneras), lo primero que deberías hacer es cambiar 100$ a pesos colombianos para que adquieras el boleto hacia Ecuador. Es recomendable que caminen por varias casas de cambio para que encuentren la mejor tasa de cambio pues ninguna tiene una tasa fija. Por 100$ yo pude obtener 275.000 pesos, de los cuales 240.000 ya estaban comprometidos para la compra del pasaje, quedándonos entonces 35.000 pesos.
En mi caso, la gente de apoyo al pasajero nos llevó a la “oficina” de Rutas de América para que adquiriremos los pasajes desde Cúcuta hasta El Tulcán (terminal de Ecuador). En esta tienen una pequeña sala de espera con Wi-Fi (que no pude disfrutar porque había mucha gente) y también puedes cargar tu teléfono si encuentras uno que esté desocupado. Un dato importante es que justo donde estábamos llegaba señal de Digitel y Movistar, por lo que pueden aprovechar para llamar a sus familiares.
Una vez que hayan comprado su boleto deben ir al edificio de migración colombiana para que le sellen la entrada al país. Normalmente el personal migratorio les pregunta su destino (yo dije que iba a Ecuador y me sellaron por 90 días). Si su rumbo es la misma Colombia, el agente les pedirá el boleto de regreso a Venezuela, si no lo tienen entonces lo más probable es que les nieguen la entrada o que los manden a comprar el pasaje a Venezuela.
El bus hacia Ecuador partía a las 2 pm (hora Colombia), pero salimos a la 1:45 pm. Algo interesante aquí es que nosotros compramos boletos para viajar en un bus de Rutas de América, pero nos montaron en un expreso de la gente de Omega, quienes también tienen un terminal privado en el centro de Cúcuta. (Pendientes con eso).
Con toda sinceridad yo les recomiendo viajar en Expresos Bolivarianos o en su defecto Expresos Sudamericanos.
El bus era grande, de un sólo piso; contaba con Wi-fi (sólo para Whatsapp, Facebook o Skype) y tomacorrientes para cargar los teléfonos o laptop. En lo personal no me gustó el bus ya que las butacas eran un tanto incómodas, creo que lo único bueno era el aire acondicionado, que podías cargar tu teléfono y bueno, el Wifi solo funcionaba en áreas pobladas (aunque tuvimos señal en lo alto de Colombia).
Recomendación: llevar antimareos ya que el viaje es fuerte por la cantidad de curvas y la altura de las montañas, por lo que es fácil marearse.
Paramos a comer en Pamplona a las 6 pm (lleven abrigo porque el frío es brutal allá arriba). La comida en el paradero era sumamente cara (en comparación a la de Cúcuta que con 5 mil pesos comprabas un almuerzo completo), un plato no bajaba de los 13 mil pesos, por lo que decidimos comprar unos snacks y agua (lo cual fue un error porque nos costó 3 mil pesos un agua de 1 litro).
Tras media hora, partimos de nuevo y no nos paramos sino hasta las 8 am del día siguiente en un paradero en la provincia de Uribe. En “La parada Roja”, pudimos bañarnos y desayunar, nosotros nos comimos unos panes con Rikesa que llevamos de Venezuela (yo me tomé un supuesto espresso que me costó 2700 pesos). A las 9:30 am volvimos a la vía.
La próxima parada fue a las 2 pm en Cauca (Autopista Panamericana) para almorzar. Teníamos hambre así que compramos unas costillas, pollo, papas, arroz y la bebida, eso nos costó unos 24 mil pesos y comimos 3 personas.
Tras 6 horas más de viaje, llegamos a la frontera con Ecuador (Ipiales) en donde literalmente nos dejaron varados los sujetos del bus, cuyo destino debió ser el terminal de “El Tulcán”. Fue ahí donde el coordinador de Rutas de Américas nos llevó a la oficina real de estos expresos y nos ayudó con el proceso de sellado de salida de Colombia y entrada a Ecuador.
Ahí mismo compramos los boletos hasta Quito (11 dólares), cuya salida era a las 12 de la madrugada; este señor nos pagó el transporte (de 1$ a 2$ por persona) hasta el terminal de Tulcán para que pudiésemos tomar el bus hacia Quito. Desafortunadamente nos tocó viajar con la gente de Expresos San Cristóbal, un bus muy incómodo, no tenía Wi-fi y tampoco tomacorrientes. Algo que no van a creer es que yo tuve que viajar al lado del conductor pues el bus ya tenía exceso de pasajeros, por lo que tuve que estar despierto TODO el viaje hasta que llegamos al destino.
A las 6 am llegamos al terminal de Carcelén que queda al norte de Quito. Cabe destacar que algunos de los venezolanos que viajaron en ese bus siguieron con la misma compañía (Expresos San Cristóbal) hasta Guayaquil, ya que el destino de algunos era Perú o Chile.
En el próximo post contaré mi experiencia en Quito. Por lo que te invito a visitar mi blog Bitácora Barística.